sábado, 14 de septiembre de 2013

Las casualidades a tu lado no,no existen.


Hoy iba a recitarte algo con la lengua
mientras besaba cada punto cardinal de tu cuerpo,
pero me has pillado pensándote
y ahora no sé qué hacer
ni qué besarte
ni qué sacarte de la manga y meterte en la chistera
para hacerte magia y aparecer en tu cama
y envolverme como mejor he sabido
desde hace ya tiempo.
Y puedo decirte  
que fue escucharte decir
"me brillan más los ojos
cuando estoy contigo"
y mi corazón saltó del pecho
y se puso a tus pies,
que estaban a punto
a tan sólo un paso de pronunciar
el te quiero que nadie ha dicho.
Fue justo entonces
cuando tus pupilas dieron un vuelco
para ponerse a medida de las mías.
Es que no sabes lo bien que me sienta
saber que te siento bien;
y sentarme a esperarte
y cocernos a fuego lento
como las mejores sonrisas.
Acabar, entre día y día
cogiéndonos la mano
y pisando con fuerza cualquier escalón
con el que nunca tropezamos,
con el que si tú te caes
yo me tiro y bueno,
ya que estamos en el suelo
vamos a querernos un rato.
Y rebozarnos para intoxicarnos
con los mejores sentimientos
que gritan en silencio
incluso estando mudos;
que andan sin perro guía
porque no les asusta la ceguera,
les asusta realmente la oscuridad.
Y yo he conocido la oscuridad
justo ayer
cuando pasé veinticuatro horas
sintiéndote cerca y aun así pensé
que no eran suficientes,
que no nos habíamos disparado bastante;
que ya te lo dije una vez y no me creíste
pero contigo nunca nada es suficiente.
Y también dije algún día
que ojos que no ven
corazón que se parte en mil pedazos;
pero qué voy a decirte a ti
si no paras de mirarme
y reconstruir uno a uno los pedazos
para que con ellos dejé de querer a varias
y los junte solo para ti.
Hay algo que tengo que confesarte,
desde hace un par de semanas
quiero ser incoherencia para ser contigo
y basarme en la coherencia para deshacerme de ti.
Que no sé si sabes eso que dicen
que todos tenemos media naranja
y yo estoy segura
de que tú eres mi media manzana,
porque a pesar de estar prohibida
no dejo de caer en ti;
porque sé perfectamente
que te conocí antes de encontrarte
que me crucé contigo en cualquier parque
y desde ese momento
debí saber que eras para mí;
que no era simple casualidad
que te acordases de haberme visto en otra vida
justo antes de verme en la tuya.
Y ya lo he decidido,
voy a ponerme las zapatillas de correr
el dorsal veintiuno
y voy a echarle una carrera al corazón para dejarme perder
que es la única manera de conozco
de ganarte.

1 comentario:

  1. Románticas palabras. Sobre todo el final, me gusta :)
    Un abrazo y pásate cuando quieras :3

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